Tras la resaca.

Siempre hay días de esos que nunca sabes cómo va a cambiar tu vida de hoy a mañana, cualquier decisión puede cambiar cualquier rumbo, cualquier “si” puede ser mejor que cualquier “no”, o un “no” puede ser lo más indicado… pero nunca tenemos ocasión de averiguar las dos partes. De cualquier decisión, solo sabremos una, quizás sea la mejor, la más acertada… o no. Pero tenemos que jodernos, y más cuando las decisiones no pueden ser tomadas por nosotros, si no por el destino, la suerte o lo que prefieras pensar que dirige tu vida ¿qué más da? La cuestión es que salga bien, sea como sea. Aunque el “no” no entrase en tus planes… o ese “sí” no sea de tu agrado. Aunque ya hubieses tenido la vida resuelta con solo oír ese sí. La cuestión es aceptarlo. ¿Por qué sea como sea, también puede salir bien... no? Siempre hay un 50% de probabilidad de que cada decisión sea la más acertada. ¿Por qué no probar?