1 jul 2011

Sensacional huída

¿Recuerdas cuándo me dijiste que deberíamos vivir juntos y ser infelices para poder ser felices? Considero una prueba de lo mucho que te quiero el haber pasado tanto tiempo desgastándome en el intento para ver si funcionaba. Pero..una amiga me llevó a un sitio impresionante el otro día, se llama el Augusteo. Octavio Augusto lo construyó para que albergara sus restos. Cuando llegaron los bárbaros, lo arrasaron junto con todo lo demás. El gran Augusto, el primer gran emperador de Roma... ¿cómo podría haber imaginado él que Roma o lo que para él era el mundo entero, acabaría un día en ruinas? 
Es uno de los lugares más silenciosos y solitarios de Roma. La ciudad a ido creciendo a su alrededor durante siglos, es una como una bella herida, como un desengaño amoroso al que te aferras por el placer del dolor. 
Todos queremos que nada cambie de ímen. Nos conformamos con vivir infelices porque nos da miedo el cambie, que todo quede reducido a ruinas, pero al contemplar ese sitio.. el caos que ha soportado, la forma en la que ha sido adaptado, incendiado, saqueado, adaptado y luego hayado el modo de volverse a levantar... me vine arriba. Alomejor mi vida no ha sido caótica y es el mundo lo que lo es y el único engañe es intentar aferrarse a ella a toda costa. Las ruinas son un regalo, las ruinas son el camino a la transformación. 
Incluso en esta ciudad eterna, el Augusto me ha enseñado que debemos de estar siempre preparados para infinitas oleadas de transformación
Los dos nos merecemos algo más que estar juntos por miedo a sufrir si lo dejamos. 


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