En cuestión de muy poco tiempo, se ha perpetuado algo. No son pocas las veces que ha pasado algo así, pero hasta el momento, no había calado tanto. No merece la pena pensar en el mañana, simplemente disfruta del presente como si fuera el último día que fueras a vivir, nunca se sabe lo que nos deparará el futuro. No recuerdes el pasado, si lo haces, tan sólo recuerda los momentos buenos y siempre con una gran sonrisa en la cara, de oreja a oreja, no pienses en lo malo, déjalo de lado, borra todos esos momentos que te hicieron estar triste y llorar... Limítate a disfrutar, déjate la piel por lo que quieres, lucha por ello, si de verdad te esfuerzas y te lo mereces... lo conseguirás.
Sirve de mucho dormir poco y soñar mucho, vale la pena perder horas de sueño si lo que me llevo es un buen sabor de boca, te lo aseguro...
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