25 ene 2011
frío, muy frío.
Tarde. 17 horas aproximadamente, quizás algo más. Carretera poco transitada. Dirección contraria a la habitual. Coche oscuro, no demasiado grande. Conductor joven y guapo. Sonrisa perfecta, ojos penetrantes, cara de niño bueno. Chaqueta azul que no está abrochada completamente. Pantalón oscuro, algo desgastado y roto por abajo. Chica morena, ojos oscuros y delineados, pelo ondulado, sin forma. Nervios y más nervios inundan sus cabezas, a cada uno por separado. Se acerca la hora, en media hora más o menos el destino será el correcto. A lo lejos aparece. Encuentro frío, muy frío. Palabras tímidas, casi escasean. Miradas y sonrisas, ésas abundan. Lugar desierto, casi inhabitado. Vistas de toda la ciudad, las primeras luces de la tarde-noche aparecen. Por sus cabezas vaya la idea de desordenar el coche y desordenarse a ellos mismos. Crear un rompecabezas imposible, imposible de resolver. Jugar con la lengua, los labios, la manos. El principal objetivo, ese botón. Ese botón que pide agritos 'desabróchame'... Pequeños roces, susurros, risas picaronas. Caras de placer... y un beso que deja atrás lo ocurrido... Ésta vez ha sido especial ,sé que no habrá próxima vez..Una vez y nada más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario